LIMPIA EL PASADO, pon tu casa en orden. Es imposible pensar con claridad cuando estás abarrotado de cosas. Mira a tu alrededor. ¿Hay montones de libros, videos, CD, cartas, papeles, ropa o adornos que ya no utilices?. Todo esto socava tu energía. Busca un día para limpiar y ve habitación por habitación, armario por armario, busca en el garaje o en el cobertizo.

Vende, tira o envía tan lejos como puedas todo lo que no necesitas. Llevamos como promedio, sólo el quince por ciento de la ropa que guardamos en los armarios. Si no te has puesto algo desde hace un año, líbrate de ello. Haciendo esto te sentirás con más energía y más preparado para seguir adelante. Disfruta teniendo menos; no es necesario que vuelvas a llenar el espacio. Rodéate de los objetos que te gustan. A partir del momento en que uno se compromete definitivamente, la providencia también se mueve. Ocurren todo tipo de cosas que van en su ayuda y que de otro modo nunca hubiesen ocurrido. La decisión provoca todo un río de acontecimientos, todo tipo de incidentes y encuentros imprevistos, así como material de asistencia que ningún hombre hubiese soñado nunca que llegaría de ese modo. Por poco que puedas hacer o soñar, empiézalo. La audacia conlleva genio, poder y magia. Empieza ahora. Cuando tienes objetivos muy claros, te diriges hacia ellos automáticamente. Te conviertes en una especie de misil teledirigido; a su vez, recibes respuestas que te ayudan a mantenerte en marcha o hacer los ajustes necesarios, pero siempre tienes aquellos objetivos en tu campo de visión.