viernes, 20 de julio de 2012

            Oscar, es para mí muy difícil sentarme y escribirte mis apreciaciones después de un año de aprendizaje contigo en Biodanza.
       Y digo que es difícil porque mis palabras se quedan cortas y no se corresponden con mis emociones y mis sentimientos.
          Oscar, tú has hecho que a través de la Biodanza, conciencie como me muevo por la vida. Como es la relación conmigo, contigo, con el otro, con el mundo….
                He podido darme cuenta y entender muchas de mis acciones como es mi inclusión, exclusión e integración en el grupo, y fuera de él; siempre desde el amor. Incluso, faltar a clase, ha sido un aprendizaje más porque he podido poner en valor la responsabilidad, el compromiso y aprender a priorizar que es lo importante y lo que no.
                Oscar, sabes que este ha sido un año duro, difícil y especialmente doloroso para mí. En el Grupo Regular he sido mimada, consentida, me he sentido arropada, protegida y, sobre todo, escuchada y comprendida. También me has enseñado a twittear en los relatos de vivencia, ja,ja,ja,ja,ja.
                Si tuviera que elegir dinámicas, me quedo sin dudarlo con “La ecología de la estética” y “El túnel de seducción” La ecología me dio la oportunidad de ver que siempre nos estamos fijando en lo que no nos gusta del otro y resaltando aquello que no nos gusta de nosotros. En el túnel me siento libre; es un ejercicio que despierta mis sentidos y mi pasión, que me da movimiento y, sobre todo, que me gusto a mi  misma antes que al otro.
                Me has dado la oportunidad de conocer a dos grandes de la Biodanza: a Vito Lamelle y a Cezar Warner. Con Vito aprendí a no tener prisa, porque tengo  mi lugar en el mundo y nadie me lo va a quitar;  fue, también, quien me enseñó la importancia de la sintonía,  la importancia de estar acompasada -aunque sólo sea por un minuto- con la otra persona que, para mí, es conectar con la esencia del otro.
Hacer el taller de “Identidad y Principio Biocentrico” con Cezar, ha sido de las mejores cosas de mi vida. No termino de ser consciente de lo que ha movido en mí, porque ha sido a un nivel tan profundo que aún no soy capaz de ver. Después de este taller. Me siento conectada conmigo, con el sentimiento de estar en el lugar adecuado, cumpliendo con mi misión; sin pausa pero sin prisa.
  Oscar, lo más difícil para mí, han sido los ejercicios donde tenía que aprender a fluir. No he podido con ellos. Me producen malestar y rechazo; pero sigo intentándolo y cada vez aceptándolos más. El ejercicio donde volvía a nacer, y era yo quien me cogía en brazos y me acunaba, fue muy doloroso para mí.
Las dinámicas más fáciles han sido abrazar, caminar sola o acompañada y las de sincronización rítmicas, en las que nos enseñas a dar y recibir.
Si me preguntaras que he aprendido, te diría que mucho; muchísimo. Más de lo que he podido concienciar. Pero lo más importante es que he aprendido a saber como me relaciono conmigo, con el otro y con el mundo. He aprendido que tengo un lugar en el mundo y que no tengo que pelearlo; solo fluir, para que se dé lo que me corresponde, sin forzar. He aprendido que, aunque solo sea por un instante, debo estar en sintonía y en armonía con el otro para que nuestro baile sea acompasado. Y con quién primero se tiene que dar, es conmigo.
¿Cómo aplico la biodanza en mi vida? Con presencia.
¿Cuándo? En cada instante.
¿Dónde? En todas partes, porque la vida es Biodanza, incluso ahora que te estoy escribiendo este testimonio.
Oscar, ahora cuento con un mundo de posibilidades: las del grupo, las de la individualidad, las de la identidad, las de la permanencia, las de la presencia, las de la trascendencia, las de la determinación…
El grupo ha sido -y es- importante. Ellos me han ayudado a focalizar mi atención, tanto en lo banal como en lo importante. Yo no era consciente de ello. La marcha de algún miembro, la incorporación de otros, o el entrar y salir de muchos, me ha conectado con el dolor, la alegría, la competencia, los celos, la incomodidad, el acogimiento, el echar de menos… Pero siempre ha sido una conexión desde el amor para cambiar aquello que no me sirve en mi vida, para mi propia evolución. Cada miembro del grupo, de alguna manera y por distintos motivos, han sido espejos, en los que he visto lo que me gusta y lo que no me gusta de mi misma.
En definitiva, Oscar, bendigo a “Vivir sin jefe” que fue el punto de reencuentro nuestro. Doy gracias a la vida, por haber puesto en mi camino tu presencia y la práctica de la Biodanza que en resumen ha sido, y es, “La oportunidad de experimentar la danza de mi vida”
Después de este duro tiempo de vida, creo, que si tú y cada unos de los miembros del grupo regular no hubiesen estado, posiblemente, no estaría escribiendo esto, ni viva para contarlo.
Mi deseo para el próximo curso, a parte de experimentar como danzo mi vida, con el grupo regular, es materializar mi asignatura pendiente: aprender a fluir.
Me resta darte las gracias a ti y a todos ellos: Alicia, Olga, Diana, José María, Azahara, Cesar, Paco Belmonte, Paco Martín, Inma, José Pablo, Carmen, Heriberto, Anastasia, Jose Medina, Jose Viera, Encarna, Montse, Raquel, Estefanía, Carlos, y todos  los que han pasado por un instante por nuestro grupo y compartido su Alma.
Mis bendiciones y agradecimiento para Rolando Toro, creador de la Biodanza, por este maravilloso legado.
Termino con este poema, donde se sintetizan mis emociones y mi testimonio:

TODOS SOMOS UNO
La fuerza que nos conduce
es la misma que enciende el sol
que anima los mares
y hace florecer los cerezos.
La fuerza que nos mueve
es la misma que agita las semillas
con su mensaje inmemorial de vida.
La danza genera el destino
bajo las mismas leyes que vinculan
la flor a la brisa.
Bajo el girasol de armonía
todos somos uno.

                En la foto Oscar Imbernon, mi profesor de Biodanza, a quien dedico este testimonio y al que le estoy tremendamente agradecida.

0 comentarios:

Publicar un comentario

About Me

YO ESTOY AQUÍ PARA QUE LO CONSIGAS

¡A POR ELLO!

A por una vida de ilusión a cada paso.

A hacer lo que mejor se te da.

A difundir la alegria, el diálogo, la colaboración.

A ser quien eres, ¡YA!

A ser excelente, porque somos excelentes.

A integrarnos, respetándonos.

A vivir con valor, con ganas, con motivación, con ideales geniales.

A sacar nuestro genio de la lámpara.

A iluminar la vida nuestra y de otros, con la luz de nuestras lámparas.

¡A POR ELLO!

NOSOTROS PODEMOS. TU PUEDES

Vistas de página en total

Con la tecnología de Blogger.

La importancia del propósito....

La importancia del propósito....
....es que todo tome sentido

Seguidores